miércoles, 12 de mayo de 2010


IMPORTANCIA DE LOS CUENTOS INFANTILES




La importancia que tiene el cuento en la educación infantil, la manera de contarlo, de leerlo, de expresarlo... «es una de las tareas más enriquecedoras a la hora de educar» indicó ayer la escritora infantil Yolanda Arrieta del colectivo Galtzagorri en la conferencia ’Educar con los cuentos’, que impartió en el colegio de las Jesuitinas (Hirukide). «No se trata de llegar a casa después de un día agotador y ponerse a leer el cuento que nos reclama nuestro hijo, sino de compartir con él un apasionante mundo de fantasía e imaginación», explicó.

¿Qué elementos son necesarios a la hora de contar los primeros cuentos?

Sobre todo hay que basarse en los elementos cotidianos del niño. Tenemos que proporcionar a nuestros hijos historias sencillas, afectivas y de acción lineal, que no sean complejas ni excesivamente largas. Las primeras historias que contaremos son aquellas en las que aparecen elementos que a nuestro hijo le son familiares y que encuentra en su vida habitualmente como los padres, el perro, el gato... Le interesan los relatos formados por episodios similares a los de su vida cotidiana: levantarse, desayunar, lavarse los dientes, la comida, vestirse, etc. También los cuentos de animales les fascinan. Estos personajes pueden estar humanizados o no y ser los protagonistas de narraciones reales o ficticias. De todas formas, les encantarán.

¿Qué cuentos debemos comprar? ¿Tradicionales? ¿Los últimos del mercado?...

El libro en sí no es lo más importante sino que es solamente un pretexto para estar unos minutos con el niño y para que él entre desde edad temprana en contacto con la lectura. En el mercado hay infinidad de libros y no se trata de comprar el último que ha salido porque sea el mejor sino más bien que el cuento que los padres compren sea de su gusto, ya sea un cuento tradicional o de lo más moderno. Para edades entre 3 y 4 años ayudan mucho los cuentos con ilustraciones e historias simples. Las repeticiones rimadas son también ideales porque la capacidad de imitación a esta edad es extraordinaria. El pequeño aprende rápidamente las rimas y los juegos de palabras y es capaz de repetirlas imitando incluso la voz y los gestos de quien se las enseña. Los cuentos infantiles satisfacen y enriquecen la vida interna de los niños porque estimulan su imaginación y ayudan a desarrollar su intelecto y a clarificar sus emociones. Por eso es importante que los padres dediquen un tiempo diario, al menos diez minutos, a la lectura compartida con el niño y hacer del cuento algo divertido.

A la hora de contar un cuento, ¿como hay que contarlo?

Los padres tienen que partir desde las emociones y sentimientos para narrar las historias y han de implicarse con los personajes del cuento y con las cosas que les suceden. En los primeros años no es tan importante saber el final de la historia como descubrir las aventuras del viaje por el que discurre dicha historia. A partir de los 7 años, ya empiezan a ser más exigentes y a preguntar si el protagonista del cuento conseguirá o no su objetivo.

¿Cómo recuperar, de nuevo, el terreno del libro, usurpado por los videojuegos y la televisión?

Con el ejemplo en casa. El niño de por sí tiende a imitar a los adultos y si el niño ve que sus padres leen, él también lo hará. Además, el poder que transmiten los cuentos es enorme y al identificarse con los diferentes personajes de los cuentos, los niños empiezan a experimentar por ellos mismos y de una manera inconsciente, los sentimientos y valores que transmiten los cuentos: justicia, fidelidad, amor, valentía, amistad, solidaridad, etc. Se ha comprobado que si un niño se lo ha pasado bien con los cuentos infantiles tiene todas las papeletas para que en su etapa de adulto se convierta en un buen lector.

Tomado de : http://www.educacionenvalores.org/article.php3?id_article=567

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